Tránsito | 10 feb 2014
El temporal en primera persona
Tomando como referencia a una familia de Cañuelas contamos cómo se vivió en un barrio donde el "tornado pegó fuerte". Perdidas aún incalculables y el volver a empezar cuando la tormenta ya pasó.
La familia Vázquez vive en Roca 891 en Cañuelas donde en los últimos días se vivió un temporal inusual.
Solo minutos antes de que se desencadenaran las ráfagas de viento se pudo ver en la red un anuncio que decía y retuitiamos: “AVISO INMEDIATO - Atención Lobos, Cañuelas, San Vicente, San Miguel del Monte (Buenos Aires) por probable tormenta severa con ráfagas de viento dañinas o localmente destructivas o granizo mediano a grande. Quienes se encuentren en la intemperie en cercanías a esta súper celda o en la rutas 205 y 3 deben buscar refugio!”.
Así se encontraba la familia Vázquez, refugiada en su casa junto a sus dos hijos de 8 y 5 años.
Cuando “se vino el tornado” empezaba a relatar a CAÑUELAS AL DIA la dueña de casa Valeria Moreno, “estábamos dentro de nuestra habitación y veíamos que se venía todo negro como para llover, la luz amagaba con cortarse”.
“Fueron segundos que empezaron a temblar los vidrios, ruido de viento y de golpe, se volaron las chapas”, contó Valeria mientras muestra las chapas tiradas a un costado de su casa, indicando que algunas de estas “volaron casi 200 mts de donde vivimos y rompieron las propiedades de otros vecinos”.
La destrucción del viento fue en la zona de planta alta donde están los dormitorios. “La sensaciones eran muchas, miedos, mucho ruido, no sabíamos para donde disparar, qué hacer con los chicos y fuimos para abajo donde estábamos más protegidos”, comentó Leandro Vázquez, dueño de casa. Y agregó de forma descriptiva: “el techo voló como una pluma”.
“De a poco vamos cayendo en lo que pasó, por suerte estamos bien, pero vamos viendo la casa que tanto nos costó hacer y vemos que está todo mojado y nos damos cuenta que en las habitaciones perdimos todo aunque aún no tenemos idea del costo de la perdida”, manifestó Valeria.
Ambos trabajan en Cañuelas y dicen que jamás vivieron algo igual. En cuanto a las perdidas y tratando de no aferrarse a lo material dicen “borrón y cuenta nueva, sin luz ni agua de a poco tenemos que empezar otra vez”.
Solo minutos antes de que se desencadenaran las ráfagas de viento se pudo ver en la red un anuncio que decía y retuitiamos: “AVISO INMEDIATO - Atención Lobos, Cañuelas, San Vicente, San Miguel del Monte (Buenos Aires) por probable tormenta severa con ráfagas de viento dañinas o localmente destructivas o granizo mediano a grande. Quienes se encuentren en la intemperie en cercanías a esta súper celda o en la rutas 205 y 3 deben buscar refugio!”.
Así se encontraba la familia Vázquez, refugiada en su casa junto a sus dos hijos de 8 y 5 años.
Cuando “se vino el tornado” empezaba a relatar a CAÑUELAS AL DIA la dueña de casa Valeria Moreno, “estábamos dentro de nuestra habitación y veíamos que se venía todo negro como para llover, la luz amagaba con cortarse”.
“Fueron segundos que empezaron a temblar los vidrios, ruido de viento y de golpe, se volaron las chapas”, contó Valeria mientras muestra las chapas tiradas a un costado de su casa, indicando que algunas de estas “volaron casi 200 mts de donde vivimos y rompieron las propiedades de otros vecinos”.
La destrucción del viento fue en la zona de planta alta donde están los dormitorios. “La sensaciones eran muchas, miedos, mucho ruido, no sabíamos para donde disparar, qué hacer con los chicos y fuimos para abajo donde estábamos más protegidos”, comentó Leandro Vázquez, dueño de casa. Y agregó de forma descriptiva: “el techo voló como una pluma”.
“De a poco vamos cayendo en lo que pasó, por suerte estamos bien, pero vamos viendo la casa que tanto nos costó hacer y vemos que está todo mojado y nos damos cuenta que en las habitaciones perdimos todo aunque aún no tenemos idea del costo de la perdida”, manifestó Valeria.
Ambos trabajan en Cañuelas y dicen que jamás vivieron algo igual. En cuanto a las perdidas y tratando de no aferrarse a lo material dicen “borrón y cuenta nueva, sin luz ni agua de a poco tenemos que empezar otra vez”.
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