24/04/2024 - Edición Nº1967

Deportes | 16 nov 2014

CFC: Interferidos

Nota por Jonatan Pedernera [email protected]. El plantel de Cañuelas esperó una mano de El Porve para ascender y escuchó por radio el partido junto a los hinchas, pero ganó el Arrabalero y habrá final.


El dial estaba clavado. La CD del Tambero les abrió el estadio Jorge Arín a los hinchas, esperando el festejo ante una caída o empate de Sportivo Barracas en Gerli. Y parecía que se venía en un marco atípico, eh. Si hasta saltaron dos simpatizantes al campo de juego para pedir camisetas. Pero el competidor estuvo firme y le aguó la fiesta con sonido de arrabal en plena transmisión.
 
La amplitud modulada no traía buenas noticias desde el Sur. Porque el escolta, Barracas, pegaba de contra y el grito de gol de la transmisión cañuelense a favor del local se hacía rogar. Y así se iban al descanso. En la platea, repleta como los días de partido, se vivía una escena propia del antiguo radioteatro: emociones, broncas y caras largas entre jugadores, dirigentes e hinchas. Todos, esperando la buena noticia en los altoparlantes.
 
Y llegaron las sonrisas. Porque después de tantas insistencias de Jonatan Recchia y la troupe de ataque, caía el empate. Y ahí estaba el capitán Martín Cicardi, en el medio del fútbol reducido, como si hubiese entrado a cabecear.
Parecía que el ascenso no se escapaba. Los jugadores se iban al vestuario tras la novedosa jornada de entrenamiento, dos hinchas se metían a pedir camisetas y los periodistas enfilaban a la espera de la vuelta olímpica del campeón. Pero Damián Anriquez se metía con su conexión clandestina para amargar a toda una ciudad con el 2-1 a favor de la dupla técnica Claudio Vidal- Damián Infante. El punta le ponía suspenso a una tarde que empezaba a consumir varios cigarrillos en los más veteranos del Rojo. ¡Dale un penal al Porve, Pafundi! gritaba un pibe desde el alambrado, claro, de espaldas y mirando al cielo tratando de que el ruego se filtre en el micrófono del móvil de los muchachos de la radio local y viajara hasta Gerli. Pero no ocurrió.
 
Llegó el tiempo adicionado y el final de la historia a través del éter. Y una nueva arenga pensando en la final del miércoles. Claro, sólo uno ascenderá. Cañuelas y Sp. Barracas, los mejores, terminaron con el dial en interferencia.
“La gente nos acompañó y nos dio un marco tremendo. Sportivo Barracas es un digno competidor, definiremos quién es el mejor”, aseguró Daniel Roncoli, el presidente de la Institución, una vez que se consumó el match en Gerli y era un hecho que habrá desempate el miércoles que viene (estadio a confirmar). “Es justo que los dos equipos lleguen a una definición para determinar cuál sube. Por eso entrenamos normal, nunca nos confiamos”, le confió a Olé el entrenador Osvaldo Ruggero. Cañuelas no pudo festejar, pero la ilusión está intacta y quiere llegar a la Primera C.

Nota por Jonatan Pedernera [email protected]. El 
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