Crisis habitacional: La triste realidad del Barrio Morgante

Primero varios vecinos sufrieron la estafa de un empresario que de forma privada realizó un pésimo manejo de la venta de las parcelas y los proyectos de lo que sería un nuevo y prometedor barrio para Cañuelas. Luego de varios años, se hizo cargo el Municipio que ordenó papeles y fijó plazos. Pero aún son varias las casas que esperan ser ocupadas por sus dueños reales y no por ocupas o delincuentes que lo usan de guarida.

Son más de 40 casas las que aguardan que se finalice una obra eterna. Se trata de una “gran esperanza” recuperada por el Gobierno Municipal luego de una mala gestión privada. El barrio sufre de los cortes permanentes de luz; de agua; las viviendas que dan  a las vías se inundan en las grandes lluvias ya que el escurrimiento de las calles es desastroso; y sobretodo la delincuencia.

Muchos de los vecinos que ya tienen adjudicada su vivienda, expresan que hay algunas que fueron usurpadas en menor o mayor tiempo por ocupas oportunistas o en otros casos por delincuentes para ocultarse.

Durante el 2014 la empresa constructora solicitó una readecuación de los valores para continuar la obra. Sin entender el porqué de repente la obra quedó detenida. En medio de todo esto varias familias esperan lograr “el sueño de la casa propia” que cada día se les hace más lejano.

La vivienda social es una gran deuda pendiente entre el Municipio y su pueblo. En Cañuelas cada vez son más los barrios que crecen en terrenos que algunos lugareños apuntan como "cedidos" bajo condiciones precarias y recursos mínimos.  Mientras tanto, el barrio espera.