18/04/2024 - Edición Nº1961

Interés General | 14 abr 2016

Luego de varios meses de silencio, Bejarano habló de todo

El cura párroco, Walter Bejarano, habló en FM Cosmos 100.1 sobre temas como las drogas, los barrios más necesitados de Cañuelas y su relación con el gobierno local.


Desde hace algunos meses, Walter Bejarano es el cura párroco de Cañuelas. Anteriormente, mientras era sacerdote en Máximo Paz, trabajaba como funcionario de gobierno en el área de adicciones.
 
"Ya lo había dejado claro al tema", dijo Bejarano al hablar del sueldo que cobraba cuando era funcionario; tema que, al menos en su tono de voz, aún lo incomoda. 

Se lo consultó porque los papeles en el municipio son un tanto desprolijos, y en la denominación de personal de 2016 él figura dentro de los que van a cobrar —como subsecretario— la suma de $ 8542. Si bien hace meses que dejó el cargo y su lugar fue ocupado por Bruno Vai, el sacerdote afirmó que hace un mes que renunció a su sueldo, y agregó: "espero que pongan la plata donde tienen que ponerla". 

También aclaró que su llegada a la subsecretaría se dio a través de un vínculo de amistad con Fassi y Arrieta. "Fue una ayuda mutua, en Máximo Paz la situación es muy compleja. Traté de ayudar desde lo social, como los curas estamos acostumbrados".

"El tema de la droga es un flagelo. Acá hay mucho por hacer, pero hay muy pocos recursos", dijo. Y especificó que se trata de recursos económicos y también en cuanto al espacio necesario para contener a los adictos y a sus familias. "Aún estamos muy nuevos en el tema (…). Es un tema que involucra a políticas de salud pública, y no sé cuál es el presupuesto que manejan".

Bejarano enfrentó las críticas sobre su trato con los fieles diciendo "nunca hay que ignorar al periodismo, hay que escucharlos, pero muchas cosas no son ciertas". Fue en ese momento que recordó el buen momento que se vivió el Domingo de Ramos cuando los niños fueron llamados al altar para ser parte de la liturgia. "Los chicos tienen que hacer lío, como dice el papa Francisco. También lo dicen las escrituras ‘Dejen que los niños vengan a mí’. Si no, se aburren".

Habló de la situación pastoral de Cañuelas, señalando que todo está focalizado en el centro, en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, cuando son muchos los barrios en los que se necesita trabajar mucho. Por ejemplo, con la llegada de la catequesis, espacios destinados para Cáritas y por supuesto en lograr que estas comunidades se integren para poder dar lineamientos pastorales.

"Buscamos (los miembros de su congregación) que a través de la Fe se puedan desarrollar las personas en su potencial". Para finalizar, dijo que poder hablar con el medio lo llenó de mucha paz. Dio bendiciones y sonrió cuando dio el mensaje de que "no hay que pelearse", más allá de las diferencias.
 
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