19/04/2024 - Edición Nº1962

Política | 16 oct 2017

Educación: "De Menem para acá, todos patearon en contra de la educación pública"

Compartimos la columna escrita por el Licenciado en Ciencia Política, Candidato a Consejero Escolar por Izquierda Socialista en el FIT y docente de nivel secundario y universitario (UBA), Juan Martín Barbas.


De Menem para acá, todos patearon en contra de la educación pública”

(*) En las últimas semanas la toma de escuelas en la Capital Federal, en el marco de un plan de lucha contra la implementación del plan "Secundaria del Futuro", reabrió la discusión sobre el modelo educativo nacional, las problemáticas que lo afectan y el posicionamiento de las distintas fuerza políticas al respecto. Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda creemos fundamental dar este debate, para lo cual hay que arrancar haciendo un poco de historia.

En pleno menemismo se aprobó la Ley Federal de Educación que desarticuló el sistema educativo de nuestro país y traslado a las provincias (generalmente carentes de recursos) la responsabilidad de financiar las escuelas públicas. En aquel entonces, Daniel Filmus  era el jefe de asesores de la Ministra de Educación que impulso dicha norma. Con la llegada al gobierno de la Alianza, fuerza política encabezada por el radicalismo y respaldada entre otros por el kirchnerista Hugo Yasky, se aprobó la Ley de Financiamiento Educativo que prometía darle solución a los históricos reclamos docentes. Sin embargo sólo se incorporó al salario una suma en negro financiada, para peor, por un impuesto que pagan incluso los propios trabajadores de la educación. Luego, en 2006, bajo la presidencia de Néstor Kirchner se sancionó la Ley Nacional de Educación, que más allá del tono épico con el cual se presentó, mantuvo lo esencial de la legislación menemista: descentralización, miseria presupuestaria e injerencia de las empresas y la iglesia en el ámbito educativo. 

Hoy en día, y frente a la evidente crisis de la educación publica, el macrismo anuncia un "Plan Maestro" que contempla la puesta en marcha de la "Secundaria del Futuro". Tras un nombre altisonante se esconden viejas propuestas que apuntan a rebajar la calidad educativa y destruir lo que queda en pie de la educación publica. ¿Por qué afirmamos esto?

En primer lugar, este plan entiende como fin prioritario de la educación la formación de mano de obra para el mercado laboral. Por eso se quitan orientaciones y se recortan contenidos curriculares, mientras se imponen pasantías (que abarcarían buena parte del último año) y la enseñanza de técnicas de "emprendedurismo". El aprendizaje de habilidades laborales desplaza la adquisición de contenidos relacionados con las ciencias sociales, las disciplinas artísticas y la Educación Sexual Integral.   En segundo lugar, se ataca la función del docente y se flexibilizan sus derechos. A la luz de las experiencias del Plan Fines, la introducción de la figura del "tutor" no tiene otra función que permitir desde el punto de vista legal recortar los derechos reconocidos por el estatuto docente. Por último, el proyecto está pensado para permitir un avance del sector privado en la diagramación e implementación de los contenidos. Con la excusa de acompañar el desarrollo tecnológico el gobierno busca instalar plataformas online de contenido estandarizado gestionadas por empresas multinacionales, sin contemplar las particularidades del trabajo pedagógico en contextos diversos y la importancia del vínculo docente-alumno. 

Ante semejante perspectiva el massismo ha optado por acompañar al gobierno y el kirchnerismo se opuso tibiamente. Desde el FIT, por el contrario, se está dando una dura lucha por evitar el avance de este plan. La legisladora porteña Laura Marrone presentó un proyecto para evitar la puesta en marcha de la "Secundaria del Futuro", alegando entre otras cuestiones la inconstitucionalidad de la misma. Además, el diputado nacional Juan Carlos Giordano ha solicitado al Congreso que se declare la Emergencia Educativa, contemplando una elevación del presupuesto de educación hasta un 10% del PBI, el uso de partidas extraordinarias para garantizar condiciones edilicias, el aumento del salario docente por encima de la canasta básica familiar, la quita de subsidios a las escuelas religiosas y la renacionalización del sistema educativo público.

Lamentablemente, el conjunto de las fuerzas políticas han elegido no acompañar estas propuestas. Por eso, en defensa de la educación pública y para fortalecer esta pelea, es que el próximo 22 de octubre hay que votar por las listas del FIT. 
 
*Columna escrita por el Licenciado en Ciencia Política, Candidato a Consejero Escolar por Izquierda Socialista en el FIT y Docente  de nivel secundario y universitario (UBA)., Juan Martín Barbas. 
 
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